lunes, 14 de julio de 2014

CHICAS DE FABRICA: LA MIGRACION CHINA, LA MAS GRANDE DEL MUNDO

La autora del libro, Leslie T. Chang, la cual es hija de inmigrantes chinos en los estados unidos, es una reportera de un diario de New York, la historia que comparte dentro del libro requirió, supongo, de un arduo trabajo y viajes, para poder tener acceso a toda la información que mostro en su escrito, un escrito que muestra como los chinos, en este caso mujeres, son prácticamente obligadas a migrar de sus pueblos en zonas rurales hacia zonas de ciudades grandes, urbes sedientas de personas capaces de soportarlo todo, por prácticamente nada.
Mujeres representantes de la más grande migración humana que ha habido en el mundo, millones migran por un mejor futuro, es aquí donde nos preguntamos, ¿Vale la pena hacer tanto sacrificio? Es este el futuro que se espera, el libro muestra casos de mujeres de todo tipo, aquellas que apenas llegan, cargando recuerdos y metas, llegan a los sitios mas inimaginables, soportar hacinamiento, hambres, 18 horas trabajando sin dormir ni descansar prácticamente, el descanso es perdida, descansar no genera dinero.
En el específico caso del libro, nos enfocamos en la visión que tiene una licenciada en Historia y Literatura Norteamericanas por la Universidad de Harvard, en donde durante 14 capítulos, la historia de mujeres obreras es contada. Irse es el nombre del primer capítulo, es básicamente lo que la mayoría de las personas que vivimos en occidente podemos creer sobre las condiciones de trabajo que existen en las fabricas chinas, la historia de chicas migrantes que solo van a trabajar y a convertirse en una más del número de mujeres dentro de las fabricas. Dejar a las familias, familias separadas, en donde el día mas esperado en todo un mes es aquel en donde recibían su paga y así podrían mandárselo a sus familias por correo postal.
La vida se vuelca en un solo propósito, ganar dinero para poderlo mandar a las familias en la provincia a la que se pertenezca; el ahorro se vuelve igualmente algo distintivo dentro de los propósitos de las mujeres chinas, aquellas chicas que lograban ahorrar lo suficiente lo demostraban comprándose celulares caros o varios pares de zapatos altos, era una manera de distinguirse de entre todas, aquellas que ahorraban mas y otras que no lo hacían tanto.

 Min llega a la lectura, una chica de 17 años que recibe multas por ser la que protesta, la que se queja, la que no está de acuerdo con lo que hace el jefe de la fábrica, el momento de superarse le llego a Min, aprender es mejor que no aprender, empleando horas libres para aprender a usar un teclado, una de miles que decide no ser lo que las demás son, que son porque aprendieron a serlo, no porque realmente quieran ser autómatas que vivan para trabajar, conocer el mundo y superarse era su misión.
La ciudad, Guangzhou, la ciudad que espera miles de mujeres migrantes, migrantes que traen a cuestas hasta 50 horas de largo viaje en ferrocarril esperando trabajar en alguna fabrica, lo fácil es entrar en las fábricas, pero lo difícil es salir. Y es cierto, porque la mayoría de los empleadores les retienen meses de salario que ellas no quieren perder. Pero al mismo tiempo, en las factorías en China, especialmente en aquellos lugares donde están especialmente masificadas, la movilidad de los trabajadores es continua y muchas de ellas buscan sin cesar mejores posibilidades.
Dongguan, la ciudad de las fabricas, a donde llegan camiones llenos de personas migrantes que arriban para trabajar, los malos olores invaden esos camiones, 50 horas de viaje sin poder bañarte ni cambiar de ropa, donde dormir, comer, caminar, sudar se hacen con la misma ropa. Al llegar al centro de Dongguan, la vista es de un territorio en construcción constante, calles amplias en donde el transito no para, calles anchas repletas de comercios, con negocios que plagian nombres y trasgreden los derechos de autor, la ciudad dividía en distritos especializados, todos dedicados a producir pero de diferente manera, Pioneer, Samsung, Nokia y Nescafe son algunas de las empresas multinacionales que tienen fabricas dentro de la ciudad febril de Dongguan.
Millones de personas en un lugar, millones de migrantes convergiendo en una ciudad que vive de la industria. Morir pobre es pecado, aquí es donde te das cuenta que si eres migrante en una ciudad desconocida, la única persona confiable eres tú misma, palabras de mujeres que se la juegan al llegar a una ciudad en donde cada vez hay más personas, en esas condiciones en donde no sabes si comerás o donde dormirás esa noche, hacer amigas verdaderas es algo a lo que muchas mujeres aspiraban, tener amigas y no estar solas, conseguir trabajo juntas o ser rechazadas todas; Guangdong es otra ciudad febril, en donde la historia de Chunming se vuelve una verdadera des fortuna, pasar por un intento de trata, hasta tener la necesidad de robar para poder comer, seguir con la vida y superarse encontrando mejoras en diferentes fabricas.

Con el caso de Chunming, me doy cuenta de la gran cantidad de industria que puede existir en solo una región de China, producir desde tortillos, pasando por juguetes, sillones, partes de automóviles, hasta fabricas especializadas en producir pistolas de agua y de aire, todo lo malo que le pudo haber pasado a aquella joven Chunming, en un tiempo se le compenso con ganar hasta 1500 yuanes mensuales, algo inimaginable para alguien que solo aspiraba a 200 yuanes mensuales para poder vivir feliz, sacrificarse tiene sus recompensas.
La increíble crónica que hace la autora sobre los casos específicos de Min, volviendo al inicio del libro, todo lo que puede ocasionar salir de tu lugar de origen, ser una más en la fábrica, hacerte de amigas nuevas y que tu vida transcurra entre fabricas, calles llenas de personas y autobuses atestados de migrantes esperando el domingo para salir a distraerse un poco de todo lo que les abochornaba. Encontrarse con casos de mujeres que sufrían de accidentes laborales dentro de las fabricas era cosa de todos los días, esperarse que las mujeres que apenas entraban, con una nula capacitación, eran las más vulnerables a ser lastimadas por las maquinas, cosas que les significaba ser despedidas, ser desechadas.
El impacto positivo que estas fábricas han tenido para todas esas jóvenes: millones de personas han podido mejorar sus niveles de vida y tener otras opciones gracias a la industria. Y que, aunque sus condiciones de trabajo siguen siendo duras, gracias a la presión de campañas internacionales, ONG´s, defensores de los derechos humanos y, cada vez más, ellos mismos, éstas van poco a poco mejorando. Muchas de estas jóvenes se hacen una nueva vida en estas ciudades fabriles y no quieren volver a sus lugares de nacimiento


Y con la historia de Min como la imagen de todas aquellas mujeres que sufren, se malviven, se desviven por ser cada vez mejores, Min como imagen de superación, como aquella joven que salió de su pueblo para ver el mundo, para experimentarlo y así  ser retratada en un libro que muestra con detalles como es la vida de un migrante, 250 millones de migrantes chinos dentro de la China industrializada, es un numero exorbitante, pero es el mismo número de personas que se dedicaron a hacer que china fuera lo que es hoy, la primer potencia mundial, la fabrica del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario